Nace este espacio de textos propios una noche lluviosa de Septiembre, a poco de empezar la primavera.
Nace de encontrar el momento preciso y celebrarlo como tal.
Nace de la libertad descarada y de una decisión de expresión.
Nace, y es un nacimiento deseado, luz de una gestación alegre, compartida, alentada.
Nace, y sólo por nacer ya es crecimiento.
Un día me calcé por alas dos hojas de papel...

6 de septiembre de 2012

Escribo



El Hombre escribe para expresarse. 
Necesita decir lo que no puede
y hacer lo que no se debe.

El Hombre escribe por rebelión.

Escribe cuando se agota el gesto,
cuando no alcanza la voz,
ni el aire, ni el color.


Escribe con un poco de miedo
cuando le teme a la muerte,
a perderse en el tiempo sin trascender.


Escribe dándoselo a otros para que lean,
dar es también una forma de permanecer.


Yo escribo si no sé decirte que te quiero,
porque tengo un ego bastante grande
que compite con mi cara
y cree que puede decir algo interesante
y muchas pavadas.


También escribo de casualidad,
por haber llegado a ese lugar.


Escribo en el subte,
en el bondi,
en una ventana empañada,
y en tu espalda.


Por lo mismo que bailamos,
pintamos,
cantamos,
jugamos,
amamos,
escribimos.
Para no mentirnos,
para no morirnos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario