No pude
decir que sí,
ni que no.
No pude
verte
al otro lado de la orilla,
ni oír tu canto,
ni capturar tu risa.
No pude
creer
que eras vos de pie,
ni dejarme vencer
por el perfume de tu piel.
No pude
soltar
este mensaje en la botella,
ni hacerte saber
que me iba la vida entera
cada vez que tu mirada
embestía
la mía.
Pude hacerme mariposa,
y volar a rozar
por un instante
tu pelo.
Pero me hice viento
justo antes
de que te dieras cuenta
de que no puedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario