Un poco mirás como todos
Un poco espiás como todos
Un poco deseás como todos
Un poco amás como todos
Un poco herís como todos
Un poco temés como todos
Un poco huís como todos
Un poco te duele como a todos
Un poco esperás como todos
Un poco te ilusionás como todos
Un poco crees como todos
Un poco soñás como todos
Un poco creas como todos
Un poco perdés y un poco ganás, como todos.
Un poco sos un poco vos y un poco todos.
Nace este espacio de textos propios una noche lluviosa de Septiembre, a poco de empezar la primavera.
Nace de encontrar el momento preciso y celebrarlo como tal.
Nace de la libertad descarada y de una decisión de expresión.
Nace, y es un nacimiento deseado, luz de una gestación alegre, compartida, alentada.
Nace, y sólo por nacer ya es crecimiento.
Un día me calcé por alas dos hojas de papel...
14 de diciembre de 2012
Rincón
Ciudades alertas, desmedidas, enloquecidas, bailarinas, deslumbrantes, conocidas, perdidas, nostálgicas, divertidas, devastadas, sumergidas, milagrosas, bendecidas, plenas, renacidas, despiertas, jóvenes, eternas;
con Esquinas escondidas, descubiertas, abiertas, oscuras, luminosas, públicas, privadas, abandonadas, custodiadas, rescatadas, habitadas, convencidas, pensadas, cantadas, retratadas, en tránsito;
de Rincones asaltados, acorralados, confesados, íntimos, afortunados, coloreados, enamorados, besados, pactados, memorizados, inolvidables, vividos, agradecidos, felices;
por personas que se encuentran al cruzar una avenida, como vos y yo.
con Esquinas escondidas, descubiertas, abiertas, oscuras, luminosas, públicas, privadas, abandonadas, custodiadas, rescatadas, habitadas, convencidas, pensadas, cantadas, retratadas, en tránsito;
de Rincones asaltados, acorralados, confesados, íntimos, afortunados, coloreados, enamorados, besados, pactados, memorizados, inolvidables, vividos, agradecidos, felices;
por personas que se encuentran al cruzar una avenida, como vos y yo.
26 de noviembre de 2012
3 de noviembre 3
Hay una palabra en un globo de color.
Hay un verso suelto que baila en una canción.
Hay palabras encerradas en un cubo sin candado.
Hay un cuerpo pintando una imagen, desterrado.
Y estoy yo.
Tomando nota en esta partitura, estoy yo.
_______
Un gato,
un mate,
un gaucho,
un pájaro cantor,
una vaca de vacaciones,
una estatua antigua,
una niña,
y un motor;
un objeto extraño,
un flash impertinente
que se cuela
mientras retrata la ocasión.
_______
Dos que comparten,
Dos que se quieren,
Dos que se sientan
y se sienten dos.
Dos que se escriben,
Dos que se leen,
Dos que viven
la vida de a dos.
Dos que entran,
Dos que preguntan,
Dos que son libres
y seguros de a dos.
Dos que envejecen
sin miedo.
Dos.
Hay un verso suelto que baila en una canción.
Hay palabras encerradas en un cubo sin candado.
Hay un cuerpo pintando una imagen, desterrado.
Y estoy yo.
Tomando nota en esta partitura, estoy yo.
_______
Un gato,
un mate,
un gaucho,
un pájaro cantor,
una vaca de vacaciones,
una estatua antigua,
una niña,
y un motor;
un objeto extraño,
un flash impertinente
que se cuela
mientras retrata la ocasión.
_______
Dos que comparten,
Dos que se quieren,
Dos que se sientan
y se sienten dos.
Dos que se escriben,
Dos que se leen,
Dos que viven
la vida de a dos.
Dos que entran,
Dos que preguntan,
Dos que son libres
y seguros de a dos.
Dos que envejecen
sin miedo.
Dos.
1 de noviembre de 2012
Versos del Agua
Camina.
Y por dentro
va subiendo
la marea.
Los pies
húmedos,
las manos
heladas.
Así es cómo
entra y sale
la sal
del alma.
Con cada
piedrita
que tira,
la salpica
una palabra.
Se va armando
con las rimas
que le arrima
el agua.
Así es cómo
la encuentra
el sol:
reflejada,
Empapada
de los versos,
versos del alma.
va subiendo
la marea.
Los pies
húmedos,
las manos
heladas.
Así es cómo
entra y sale
la sal
del alma.
Con cada
piedrita
que tira,
la salpica
una palabra.
Se va armando
con las rimas
que le arrima
el agua.
Así es cómo
la encuentra
el sol:
reflejada,
Empapada
de los versos,
versos del alma.
Amuleto
Pasa la vida,
Pasaste por la mía.
Te llevó el viento.
Estaba escrita
tu llegada
y tu partida.
Pensar la vida.
Pensar que fuiste
inspiración,
fuiste amuleto.
Me parece mentira
que hoy no seas
otra cosa
que tiempo.
Pero qué bueno,
mi vida,
que hayas pasado
por la mía.
Que te haya
Que te haya
llevado el viento
para que en esa partida
me descubra
el pensamiento
convirtiéndome
en mi propio
amuleto.
5 de octubre de 2012
Tesoro
Brota la alegría.
De repente.
Llueve felicidad.
Son reveladores esos días
en que nada
sale mal.
Y uno no sabe de dónde,
no sabe por qué,
pero
no tiene sentido
cuestionar
lo que por si solo
ya es.
Mi sonrisa
pasa a ser
un lunar más
en la piel
y mi Yo pequeña
se ríe
a carcajadas,
baila,
hace piruetas,
ahí
en la parte invisible
de mi ser.
Cuando la advierto,
voy y le cuento
en secreto
que ha crecido,
que lo ha hecho muy bien.
Que ha sorteado
las dificultades,
y se ha amoldado
astutamente
a la posibilidad.
Le susurro
que se sienta
orgullosa
de estar alcanzando,
al ritmo justo
y preciso
que tiene la curva
de su tiempo,
esos sueños
que solía
dibujar
incansablemente
sentada en el andén.
Brota la alegría.
De repente,
Llueve felicidad.
Son un tesoro esos días
en que nada
sale mal.
De repente.
Llueve felicidad.
Son reveladores esos días
en que nada
sale mal.
Y uno no sabe de dónde,
no sabe por qué,
pero
no tiene sentido
cuestionar
lo que por si solo
ya es.
Mi sonrisa
pasa a ser
un lunar más
en la piel
y mi Yo pequeña
se ríe
a carcajadas,
baila,
hace piruetas,
ahí
en la parte invisible
de mi ser.
Cuando la advierto,
voy y le cuento
en secreto
que ha crecido,
que lo ha hecho muy bien.
Que ha sorteado
las dificultades,
y se ha amoldado
astutamente
a la posibilidad.
Le susurro
que se sienta
orgullosa
de estar alcanzando,
al ritmo justo
y preciso
que tiene la curva
de su tiempo,
esos sueños
que solía
dibujar
incansablemente
sentada en el andén.
Brota la alegría.
De repente,
Llueve felicidad.
Son un tesoro esos días
en que nada
sale mal.
Tabú
Me gustaría
verte
dejando de
tenerle
miedo
al miedo,
aceptando que
el miedo
existe
y no serás
más
cobarde
por tener
miedo,
y que sólo
entonces
hablemos
de si
era
o no
angustia
el miedo.
verte
dejando de
tenerle
miedo
al miedo,
aceptando que
el miedo
existe
y no serás
más
cobarde
por tener
miedo,
y que sólo
entonces
hablemos
de si
era
o no
angustia
el miedo.
18 de septiembre de 2012
Revés de Roma
Viajar a Roma.
Será maravilloso
viajar a Roma.
Será maravilloso
viajar al revés de Roma.
Será doloroso
hurgar en la maleta
de otros tiempos,
pero no habrá hallazgo
más sensato y luminoso
más sensato y luminoso
que el de su esencia
al descoserse del fondo.
No será fácil
emprender trayecto,
y hará falta despojarse
de algunos preceptos,
pero sin duda
merecerá la pena
llegar a destino
y enfrentar los obstáculos
y atravesar los muros,
e incluso encauzar el rumbo,
rumbo
que señalan
los brazos de él,
que la esperan
abiertos y desnudos.
Viajar a Roma.
Será maravilloso
viajar a Roma.
Será maravilloso
viajar al revés de Roma.
17 de septiembre de 2012
Aire
No pude
decir que sí,
ni que no.
No pude
verte
al otro lado de la orilla,
ni oír tu canto,
ni capturar tu risa.
No pude
creer
que eras vos de pie,
ni dejarme vencer
por el perfume de tu piel.
No pude
soltar
este mensaje en la botella,
ni hacerte saber
que me iba la vida entera
cada vez que tu mirada
embestía
la mía.
Pude hacerme mariposa,
y volar a rozar
por un instante
tu pelo.
Pero me hice viento
justo antes
de que te dieras cuenta
de que no puedo.
decir que sí,
ni que no.
No pude
verte
al otro lado de la orilla,
ni oír tu canto,
ni capturar tu risa.
No pude
creer
que eras vos de pie,
ni dejarme vencer
por el perfume de tu piel.
No pude
soltar
este mensaje en la botella,
ni hacerte saber
que me iba la vida entera
cada vez que tu mirada
embestía
la mía.
Pude hacerme mariposa,
y volar a rozar
por un instante
tu pelo.
Pero me hice viento
justo antes
de que te dieras cuenta
de que no puedo.
13 de septiembre de 2012
OTA
No había nada.
No había explicación,
ni entendimiento,
ni razón.
Había ausencia,
había dolor,
un auto destruido,
sombras de lejos,
y la resistencia de un corazón.
No habría futuro.
No habría vida juntos,
ni 'abrazos de oso',
ni más correos en el buzón.
Pero
Hubo camino,
recorrido con intensidad.
Hubo una sonrisa inmensa.
Hubo un cuadro de muchos colores
que cada tanto ella vuelve a recordar
para devolverse la paz.
Hay memoria.
Hay fotografías,
su voz intacta en un grabador;
un montón de versos,
un día a día en papel madera,
una carta abierta,
la historia más bella
sobre un primer amor;
flores amarillas,
una cinta de cabello
enlazando a dos,
un beso en el ombligo,
un Sol de regalo,
y una canción.
No había explicación,
ni entendimiento,
ni razón.
Había ausencia,
había dolor,
un auto destruido,
sombras de lejos,
y la resistencia de un corazón.
No habría futuro.
No habría vida juntos,
ni 'abrazos de oso',
ni más correos en el buzón.
Pero
Hubo camino,
recorrido con intensidad.
Hubo una sonrisa inmensa.
Hubo un cuadro de muchos colores
que cada tanto ella vuelve a recordar
para devolverse la paz.
Hay memoria.
Hay fotografías,
su voz intacta en un grabador;
un montón de versos,
un día a día en papel madera,
una carta abierta,
la historia más bella
sobre un primer amor;
flores amarillas,
una cinta de cabello
enlazando a dos,
un beso en el ombligo,
un Sol de regalo,
y una canción.
7 de septiembre de 2012
Aleteo
Desde acá,
desde lo alto del semáforo,
la ciudad parece muy pequeña
y a la vez inmensa.
Se apagan los faroles,
se enciende la ciudad.
La gente sale a la calle,
no paran de andar.
Viento fresco en mis plumas,
horizonte rosado,
mis días siempre empiezan observando,
entonces me siento tan lejos de los humanos...
La jungla de cemento se acelera.
Pronto invade el murmullo,
el griterío, bocinas,
y sirenas.
Bato las alas,
me sacudo un poco el alma.
Ya vi demasiado esta mañana.
Voy a pasar las próximas horas
patrullando el espacio
entre el cielo y el suelo;
pisando el aire,
dibujando el tiempo.
Sabe Dios que no hay día
en que no me detenga a pensar
que hace miles de años
que los Hombres quieren ser pájaro.
Y yo nunca pedí ser paloma.
¿Quién le dijo que yo quería volar?.
Yo quería ser Hombre,
y caminar la vida,
y andar de ciudad en ciudad.
Bato las alas,
me sacudo un poco el alma.
Ya vi demasiado esta mañana.
El mundo no se empuja
con la fuerza de la libertad,
sino con la utopía
que nace de los límite
imposibles de desatar.
la ciudad parece muy pequeña
y a la vez inmensa.
Se apagan los faroles,
se enciende la ciudad.
La gente sale a la calle,
no paran de andar.
Viento fresco en mis plumas,
horizonte rosado,
mis días siempre empiezan observando,
entonces me siento tan lejos de los humanos...
La jungla de cemento se acelera.
Pronto invade el murmullo,
el griterío, bocinas,
y sirenas.
Bato las alas,
me sacudo un poco el alma.
Ya vi demasiado esta mañana.
Voy a pasar las próximas horas
patrullando el espacio
entre el cielo y el suelo;
pisando el aire,
dibujando el tiempo.
Sabe Dios que no hay día
en que no me detenga a pensar
que hace miles de años
que los Hombres quieren ser pájaro.
Y yo nunca pedí ser paloma.
¿Quién le dijo que yo quería volar?.
Yo quería ser Hombre,
y caminar la vida,
y andar de ciudad en ciudad.
Bato las alas,
me sacudo un poco el alma.
Ya vi demasiado esta mañana.
El mundo no se empuja
con la fuerza de la libertad,
sino con la utopía
que nace de los límite
imposibles de desatar.
6 de septiembre de 2012
Soy
Soy larga de extremidades
Austera de espacio
Soy la risa que camina
El llanto que se esconde
Soy la alerta del semáforo
El silencio en el establo
Soy la vida en un teatro
El soporte de sus pasos
Soy agua, pura agua
Soy la sangre acumulada
Soy el logro concretado
La adaptación al cambio
La última puerta que se abre
Soy lo que ves en el acto
Lo que querés que sea
Lo que decís que soy
Soy multiple
Lo soy.
Escribo
El Hombre escribe para expresarse.
Necesita decir lo que no puede
y hacer lo que no se debe.
El Hombre escribe por rebelión.
Escribe cuando se agota el gesto,
cuando no alcanza la voz,
ni el aire, ni el color.
Escribe con un poco de miedo
cuando le teme a la muerte,
a perderse en el tiempo sin trascender.
Escribe dándoselo a otros para que lean,
dar es también una forma de permanecer.
Yo escribo si no sé decirte que te quiero,
porque tengo un ego bastante grande
que compite con mi cara
y cree que puede decir algo interesante
y muchas pavadas.
También escribo de casualidad,
por haber llegado a ese lugar.
Escribo en el subte,
en el bondi,
en una ventana empañada,
y en tu espalda.
Por lo mismo que bailamos,
pintamos,
cantamos,
jugamos,
amamos,
escribimos.
Para no mentirnos,
para no morirnos.
Escribe cuando se agota el gesto,
cuando no alcanza la voz,
ni el aire, ni el color.
Escribe con un poco de miedo
cuando le teme a la muerte,
a perderse en el tiempo sin trascender.
Escribe dándoselo a otros para que lean,
dar es también una forma de permanecer.
Yo escribo si no sé decirte que te quiero,
porque tengo un ego bastante grande
que compite con mi cara
y cree que puede decir algo interesante
y muchas pavadas.
También escribo de casualidad,
por haber llegado a ese lugar.
Escribo en el subte,
en el bondi,
en una ventana empañada,
y en tu espalda.
Por lo mismo que bailamos,
pintamos,
cantamos,
jugamos,
amamos,
escribimos.
Para no mentirnos,
para no morirnos.
Valentina. Vaca valiente que no fue banquete.
Como Manuelita,
como Dumbo,
como la hormiguita viajera,
Valentina también se fue de su tierra.
Se escapó una madrugada,
con sólo once meses,
del matadero
advertida por su madre
de que “ésto se iba a poner feo”.
Tuvo miedo, mucho miedo,
pero siguió una estrella
y con mucho coraje
caminó hasta el cansancio,
en medio del campo,
acompañada por un montón de luciérnagas.
El sol la encontró
andando ya muy lento,
y le regaló un horizonte
al final de un mar inmenso.
La vaca no lo dudó,
se acercó al muelle,
de dónde zarpaba un barco,
y se coló entre la gente.
Para pasar desapercibida,
robó una túnica rosa
y un sombrero,
no se preocupó por los cuernos,
había visto que mucho humanos los
llevaban como accesorio,
naturalmente puestos.
Para su fortuna,
la embarcación iba rumbo a la India.
fue poner una pata en el puerto
y que la llenaran de besos.
Valentina se sonrojó,
¡tanto amor de repente!...
a dieciséis mil kilómetros
de la Argentina,
en un país extranjero,
la estaban abrazando
como si hubiese bajado alada desde el cielo.
Vivió en una casita muy linda,
hasta que murió, nomás de vieja.
Pasó todo su tiempo
haciendo con libertad lo que se le ocurría.
También experimentó
lo que es tener más de trescientos dioses y diosas
habitando en su cuerpito.
Llevó siempre consigo,
colgado del cuello,
cn collar de flores hermoso,
con perfume a bendición,
a cuidado,
y a rezo.
Un instante
Y usted, que durante tanto tiempo fue quién decidía la hora y el lugar, el principio y el fin, me está mirando ahora inseguro y temeroso como un niño a punto de ser abandonado; con la duda en la garganta, que se sabe inútil frente a la certeza que se siente estallar firme en el pecho.
Yo lo tenía tan acostumbrado a las partidas penosas, suplicantes, esclavas, que de amplia y blanca que es mi sonrisa en este momento, no me reconoce; y yo a mi misma, tampoco. Me alegra saber que va a ser la última cosa en que vamos a coincidir.
Por este aire a través del cual nos estamos mirando (ya casi como dos desconocidos), le mando el recuerdo de mil noches amorosas para deshacerme de su perfume, para que usted lo guarde, o lo tire, o haga con él lo que le parezca. Espero sepa adivinar que ésta es la última decisión que le voy a conceder.
Al fin se me quiebra adentro, en el centro, un vaso vacío; me sorprende felizmente por el medio un viento nuevo que se abre paso. Usted ve soltarse una lágrima en mi cara. Yo me río.
Y conmigo todavía ahí, en ese mismo instante, en que le sonrío apoyada en el marco de la puerta de esa habitación, le baila mi mano y le digo adiós.
Yo lo tenía tan acostumbrado a las partidas penosas, suplicantes, esclavas, que de amplia y blanca que es mi sonrisa en este momento, no me reconoce; y yo a mi misma, tampoco. Me alegra saber que va a ser la última cosa en que vamos a coincidir.
Por este aire a través del cual nos estamos mirando (ya casi como dos desconocidos), le mando el recuerdo de mil noches amorosas para deshacerme de su perfume, para que usted lo guarde, o lo tire, o haga con él lo que le parezca. Espero sepa adivinar que ésta es la última decisión que le voy a conceder.
Al fin se me quiebra adentro, en el centro, un vaso vacío; me sorprende felizmente por el medio un viento nuevo que se abre paso. Usted ve soltarse una lágrima en mi cara. Yo me río.
Y conmigo todavía ahí, en ese mismo instante, en que le sonrío apoyada en el marco de la puerta de esa habitación, le baila mi mano y le digo adiós.
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